viernes, 9 de diciembre de 2016

El escudo partido / The divided blazon

Escudo de armas de Castilla y León.

La heráldica es una ciencia auxiliar de la historia que analiza los escudos de armas de los linajes, las ciudades y las personas. Cada elemento, cada color y cada forma incluida en un blasón representan hechos políticos e históricos básicos para entender dichos símbolos.

La principal aportación española a la heráldica quizás fue la de Fernando III, apodado 'el Santo'. En 1230, cuando el castellano adquirió la Corona de León (gracias a la prudente concordia de Benavente firmada por su madre, Berenguela, y sus medio hermanas, Sancha y Dulce) y unificó definitivamente el reino de su padre Alfonso IX con la corona de Castilla, decidió revolucionar su blasón. Dividió el escudo en cuarteles en cruz en los que incluyó por igual la enseña de Castilla y la de León, reflejando así la unión indivisible de ambos reinos. Fernando colocó, eso sí, el escudo de su madre -Castilla- por delante del de su padre -León-, contraviniendo la tradición heráldica, que da prioridad al linaje paterno.

Escudo de armas del reino de Sicilia.

La idea funcionó tan bien que fue copiada en toda Europa. De hecho, dio pie a la siguiente innovación: el cuartelado en aspa o sotuer, que surgió en la Corona de Aragón. Pedro III 'el Grande' de Aragón y Constanza II de Sicilia repartieron en su testamento sus territorios entre sus hijos. Al primogénito, Alfonso, le correspondieron Aragón y Valencia. A Jaime le tocó Sicilia. Los otros dos hermanos, Federico y Pedro no obtuvieron título real, pero tenían derecho a tener su propio escudo de armas. Para diferenciarlos de los anteriores, se diseñó un escudo con cuarteles divididos en aspa. Cuando Jaime se avino a ceder la corona de Sicilia a su hermano Federico, tras la paz de Caltabellota de 1302, el nuevo monarca mantuvo el formato en aspa de su escudo, incluyendo la enseña del linaje de los Hohenstaufen, convirtiéndose en la enseña de ese estado hasta la creación del reino de las Dos Sicilias, en 1816.

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Coat of arms of Castile and León.

Heraldry is an auxiliary science for History that analyses the coat of arms of lineages, cities and people. Each element, each colour and each shape included in a blazon represent political and historical basic facts to understand such signs.

Ferdinand III 'The Saint' developed the main Spanish contribution to heraldry. In 1230 a.C., when this Castilian king got the Crown of León (thanks to the cautious Benavente's concord signed between Ferdinand's mother, Berengaria, and his half-sisters, Sancha and Dulce). The new Castile and León king divided the coat of arms in quarters with a cross. In those quarters included equally the ensigns of Castile and León, showing the indivisible union of both kingdoms. However, Ferdinand put his mother's banner -Castile- ahead his father's -León-, contravening the heraldic custom, that gives precedence to paternal lineage.

Coat of arms of the kingdom of Sicily.

The idea worked so well that was copied across Europe. In fact, caused another innovation: the shield quartered in vane or sotuer, that was developed in the Crown of Aragon. Peter III 'the Great' of Aragon and Constance II of Sicily distributed their territories in their testament between their sons. The firstborn, Alfonso, got Aragon and Valencia. James received Sicily. The youngest brothers, Frederick and Peter did not obtain royal title, but they had the right to have their own coat of arms. To differentiate them from their elder brothers, it was designed a banner with quarters in vane. When James agreed to give up the Crown of Sicily to his brother Frederick, after the peace of Caltabellota -1302 a.C.-, the new king kept the format, including the ensign of the Hohenstaufen's lineage, becoming the pennant of that state until the creation of the kingdom of the Two Sicilies, in 1816.

My English is not very good. I'm trying to improve it. If you find any errors in the text, please write to me (enriquevdiez@gmail.com). Thank you very much.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Españolas/ Spanish women



En España ha habido una reciente polémica sobre una colección infantil acerca de los personajes más importantes de la historia universal: en la selección que hicieron Playmobil y Planeta de Agostini no había ninguna mujer. La historia femenina está, en la mayoría de los casos, por recuperar y poner en valor. Sirva este artículo para ensalzar, aunque sea de manera resumida, los éxitos conseguidos por algunas de las españolas más importantes de la Historia.

Quizás las historias femeninas más famosas en España hasta el siglo XX pertenecieron, salvo contadas excepciones, a las gestas militares y a la excepcionalidad de luminarias de la política y la cultura. En el primer caso, la cultura popular describía a la española como una mujer de puñal escondido en la liga. Así, destacan ejemplos como los las mujeres que cargaron contra los franceses en la calle de los Milaneses de Madrid y comenzaron la sublevación contra Napoleón. A esa insurrección se unieron nombres como los de la barcelonesa Agustina de Aragón, la Juana de Arco española, defensora a cañonazos de Zaragoza; o la valiente Manuela Malasaña que, según la leyenda, se enfrentó a los franceses con sus tijeras de modista. También fueron heroínas, María Pita e Inés de Ben, líderes de la defensa de A Coruña contra la Invencible inglesa. O, unos siglos antes, el potentísimo ejército de palentinas que venció el avance del duque de Lancaster en 1388 y por el que tienen el derecho de 'tocas' (es decir, a llevar banda dorada, derecho medieval solo reservado a los caballeros). En la colonización y conquista de América destacaron Catalina de Erauso 'la monja alférez'; la brutal Inés de Suárez que decapitó al cacique Quilicanta y a varios jefes curacas en el asedio indígena de Santiago de Chile, y lanzó sus cabezas a los enemigos para defender el asentamiento; Beatriz Bermúdez de Velasco la 'Bermuda'; Beatriz Hernández, fundadora de la ciudad de Guadalajara; la fabulosa exploradora Mencía Calderón, adelantada de Río de la Plata; o la cruel Isabel Barreto, la primera almirante de la Armada Española, Adelantada de los Mares del Sur y exploradora de las islas Salomón.

En el plano político, sin duda, la española más importante de la historia ha sido Isabel I de Castilla, una 'reina de ajedrez' que unificó los reinos españoles, promovió el Descubrimiento (el 12 de octubre es una fiesta de la herencia española en el mundo, no una fiesta italiana, como defienden los anglosajones), colonización y evangelización de América, abogó por la educación femenina, afianzó y modernizó el Estado, y fue precursora de los derechos humanos con su defensa de los indios. Antes que ella, la reina Urraca ya había intentado unificar León con Aragón. Otras reinas demostraron su sagacidad y buen hacer en política, como la dos veces regente María de Molina, la desgraciada Juana II de Portugal, la apaciguadora Catalina de Lancaster, la reina de Iglaterra Catalina, Muniadona de Castilla (fundamental en el surgimiento de esta tierra como reino), la honesta Aisha bint Muhammad ibn al-Ahmar (la última gran reina de Granada), la manipuladora Goswintha, la vasco andalusí Suhl (promotora de Al- Mansur) o la pía Ingunda (que provocó la guerra de religión de los visigodos). Otras no tuvieron tanta fortuna o capacidad, o, simplemente, no las dejaron. Es el caso de la fogosa Isabel II 'de los tristes destinos', la desdichada Juana I, la 'apátrida' Berenguela de Navarra, Juana 'La Beltraneja', la falsa bruja Juana de Navarra o la emperatriz Eugenia de Montijo, cuyos consejos casi llevaron a Francia al desastre. Sin portar corona, fueron fundamentales las aportaciones políticas de Mariana Pineda, luchadora hasta la muerte por el liberalismo en España; la Malinche, 'lengua' y amante nahua de Hernán Cortés, actriz clave en la conquista del imperio azteca y en el proceso de mestizaje hispano- mexicano; las 'Trece Rosas', fusiladas durante la Guerra Civil Española por el bando sublevado por su apoyo político a la Segunda República; la controvertida Dolores Ibárruri, alias 'La Pasionaria'; Federica Montseny, primera ministra de la historia de España; María Pacheco, alma de los comuneros y líder de la defensa de Toledo contra las tropas realistas; las responsables Sancha y Dulce, hermanas de Fernando III el Santo, que permitieron la reunificación definitiva de Castilla y León; o la eficaz gobernadora de Flandes, Isabel Clara Eugenia, tía de Felipe IV.

Las letras han sido uno de los espacios en los que más han brillado las españolas. Partiendo de la viajera y cronista Egeria, hubo plumas femeninas de primera línea en todas las épocas. Poetisas andalusíes como la 'leona' Aixa Bint Ahmed Ahor Tobiya, Zazhun, la lavandera Rumaikyya o Nazhun, cuyos poemas eran considerados en el reino de Granada superiores a los de los hombres. Luisa de Medrano, la primera catedrática en 1514, en sustitución de Antonio de Nebrija, junto a Francisca de Nebrija. Escritoras revolucionarias como las místicas Teresa de Jesús y María Jesús de Ágreda, o la 'Décima Musa' Sor Juana Inés de la Cruz. La filósofa Oliva Sabuco, precursora de la psicosomática, la neurotransmisión, la musicoterapia y la eutrapelia. La doctísima 'Minerva' Luisa Sigea, la poetisa conceptista Florencia Pinar, la sefardí culterana Isabel Correa o la novelista María de Zayas. María Isidra Quintana de Guzmán fue la primera mujer en ingresar en la Real Academia Española de la Lengua, en 1784 (doscientos años antes que la primera francesa). Rosalía de Castro fue la figura más emblemática del 'Rexurdimento' gallego. Carolina Coronado, figura del romanticismo; Cecilia Bohl de Faber, punto de arranque del realismo español; y Emilia Pardo Bazán, escritora que trajo el naturalismo a España. La filósofa María Zambrano, discípula de Ortega y Gasset y primera mujer que ganó el premio Cervantes. La inclasificable Concha Espina, la ganadora del Premio Nadal Carmen Laforet, las 'Sin Sombrero' que fueron borradas de la Generación del 27. En pintura, la retratista de Felipe II Sofonisba Anguissola, la escultora barroca de corte Luisa Roldán 'La Roldana', la pintora surrealista Maruja Mallo o la modernista Luisa Vidal fueron otras luminarias de las artes.

La cultísima asesora de Isabel I Beatriz Galindo 'La Latina'; Elena de Céspedes, cirujana condenada por la Inquisición por haberse hecho pasar por hombre; María Andrea Casamayor, matemática al nivel científico de Marie Curie, Ada Byron, Maria Agnesi, Laura Bassi, Sophie Germain o Emilie du Chatelet. Blanca Catalán de Ocón, primera botánica española en formar parte de la nomenclatura científica universal. Elena Maseras, primera matriculada en la Universidad en 1872, y Dolores Aleu i Riera que fue la primera doctora del país, continuada por investigadoras contemporáneas como Margarita Salas, María de los Ángeles Alvariño, Jimena Fernández, Gertrudis de la Fuente, Carmina Virgili, Gabriela Morreale, Josefina Castellví, Emilia Currás, Dorotea Barnés o María Antonia Zorraquino, entre otras.

En el ámbito religioso, además de Santa Teresa y sus éxtasis, destacaron Eulalia de Mérida, primera mártir española, perseguida por Diocleciano cuando solo tenía doce años; y Santa Isabel de Portugal, la 'rosa de Coimbra'. Tampoco hay que olvidar a Francisca de Pedraza, primera mujer en la historia registrada que ganó un juicio por violencia de género, en el siglo XVII.

Las primeras feministas de la historia de España fueron: María Rosa Gálvez, dramaturga de principios del siglo XVIII que defendió la sociedad matriarcal y la autoconsciencia femenina, dando una vuelta de tuerca a las premisas de Poulin de la Barre; Josefa Amar y Borbón, que escribió su defensa del talento y aptitud de las mujeres en 1786, antes que las declaraciones de Condorcet, Seneca Falls, Olympe de Gouges, John Stuart Mill y Mary Wollstonecraft, entre otras; y Margarita Hickey, literata crítica con el modelo matrimonial paternalista. La segunda ola feminista en España la encabezó Concepción Arenal, promotora del derecho y la educación de las mujeres en el siglo XIX. Concepción Loring fue la primera mujer en hablar en el Congreso de los Diputados, y Clara Campoamor fue la promotora del sufragio femenino (al igual que Victoria Kent y Margarita Nelken, aunque ambas se opusieron a su aprobación en el Congreso al considerar que el voto femenino sería controlado por los padres y maridos de las españolas) en 1931 (no obstante, durante la dictadura de Primo de Rivera ya se había aprobado su derecho al voto para las elecciones municipales y provinciales, sin efecto real pues no se llegó a aplicar). Solo cinco años después, España era el país con más mujeres metidas en política, senda que se truncó en el período franquista. No será hasta 1978 cuando la Constitución Española recuperará los plenos derechos de las mujeres, aunque aún quedarían vestigios reaccionarios que se extenderían casi hasta el siglo XXI.


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There have had a recent polemic in Spain about a childern's collection relating to the most important personalities of universal history: the selection that Playmobil and Planeta of Agostini had no women. Women's history is, in most cases, remains to be restored and emphasised. May this post serve to acclaim, although summarized, the successes achieved by many of the most important Spanish women on History.

Almost all the most famous women's Spanish' stories until XX century belonged, with very few exceptions, to military feats and the exceptional nature of political and cultural intellectuals. In the first case, popular culture described the Spanish woman as a female with a knife hidden in the belt. Thus it highlit examples as the women that charged against French troops in the Milaneses street, in Madrid, and started the uprising against Napoleon. People as the Barcelonian Agustina of Aragón, the Spanish Joan d'Arc, gunfire defender of Zaragoza, or the brave Manuela Malasaña that, according to the legend, faced the French with her tailor' scissors, joined the insurrection. María Pita and Inés of Ben were also heroines. They led A Coruña's defence against the English Counter Armada. Or centuries before, the powerful Palentine female army that defeated duke of Lancaster in 1388 a.C. That's the reason because they have the 'tocas' right (in other words, they can wear a golden sash, Medieval right only reserved for knights). In the colonization and conquest of America stood out Catalina de Erauso 'the nun liutenant'; the brutal Inés Suárez that beheaded the leader Quilicanta and several Indian caciques in the native siege of the city of Santiago of Chile; the fabulous explorer Mencía Calderón, adelantada of Río de la Plata; or the cruel Isabel Barreto, first female admiral in the Spanish Navy, adelantada of South Seas and explorer of the Salomon islands.

At the political level, undoubtedly, the most important Spanish woman has been Isabella I of Castile, a 'chess queen' that unified Spanish kingdoms, promoted the Discovery (October 12th is not an Italian celebration, is the most important feast of the Spanish inheritance all over the world), colonization and evangelization of America, stood up for women's education, consolidated and modernized the State, and was a Human Rights foremother with her Indian protection. Before her, queen Urraca had already tried to unify León with Aragón. Other queens showed their sagacity and political expertise, as the two-times regent María de Molina, the unfortunate Juana II of Portugal, the pacifying Catherine of Lancaster; Catherine, queen of England; Muniadona of Castile (the key of the creation of that land as a kingdom), the honest Aisha bint Muhammad ibn al-Ahmar (the last great queen of Granada), the manipulative Goswintha, the Basque Andalusian Suhl (supporter of Al-Mansur) or the pious Ingundis (that caused the religion Visigothic civil war). Another queens weren't so lucky, hadn't enough ability, or, simply, others didn't allow to do anything. For example, the ardent Isabella II 'of the sad fate', the unlucky Juana I, the 'stateless' Berenguela of Navarra, Juana the 'Beltraneja', the false witch Juana of Navarre or the empress Eugenia of Montijo whose advice almost brought France to disaster. Without wearing a crown, there were important political contributions. Mariana Pineda fought to the death defending liberalism; la Malinche, 'tongue' and Nahuatl lover of Hernán Cortés and a key in the conquest of Aztec empire and in the miscegenation process between Spaniards and Mexicans; the 'Thirteen Roses', shooted during the Spanish Civil War by the stir up side because of their support to the Second Spanish Republic; the controversial Dolores Ibárruri, 'La Pasionaria'; Federica Montseny, first female minister in Spanish history; María Pacheco, soul of the Castile Communities' revolution and leader of the defence of Toledo against royal troops; the responsible Sancha and Dulce of León, sisters of Fernando III 'the Saint', that allowed the definitive reunification of Castile and León; or the efficient Flanders governor, Elizabeth Claire Eugenia, Philip IV' aunt.

Literature has been one of the spaces where Spanish women have shone. Starting with the pilgrim and chronicler Egeria, there was top-class female authors in all periods. Andalusian poetesses as the 'lioness' Aixa Bint Ahmed Ahor Tobiya, Zazhun, the wagtail Rumaikyya or Nazhun, which poems were considered superior than men writings in the kingdom of Granada. Luisa of Medrano, the first female professor in 1514, in replacement of Antonio of Nebrija, together with Francisca of Nebrija. Revolutionary writers as the mystique Teresa of Jesus, María of Jesus of  Ágreda or the 'Tenth Muse' Sor Juana Inés de la Cruz. The phylosopher Oliva Sabuco, precursos to psychosomatic medicine, neurotransmission and music therapy. The cultured 'Minerva' Luisa Sigea, the Conceptist poetess Florencia Pinar, the Sephardic Culteran Isabel Correa, the novelist María of Zayas.  María Isidra Quintana de Guzmán was the first woman to join the Royal Academy of Spanish Language, in 1784 (two centuries before the first French woman). Rosalía of Castro was the most emblematic figure of the Galician 'Rexurdimento'. Carolina Casado, romantic author; Cecilia Bohl de Faber, starting basis of Spanish realism; and Emilia Pardo Bazán, writer that brought Naturalism to Spain. The philosopher María Zambrano, Ortega y Gasset's disciple and first woman who won the Cervantes Prize. The unclassifiable Concha Espina; the winner of Nadal Prize Carmen Laforet; the 'Sin Sombrero' -'Without hat', in English), that were erased from the Spanish Literary Generation of 1927. In other arts, Sofonisba Anguissola, Philipp II' portraitist; Baroque sculptor Luisa
Roldán 'La Roldana'; Surrealist painter Maruja Mallo; o Modernist Luisa Vidal.

The cultivated Isabella I ' adviser Beatriz Galindo 'La Latina'; Elena de Céspedes, surgeon condemned by Inquisition because she impersonated a man; María Andrea Casamayor, mathematician at the scientific level of Marie Curie, Ada Byron, Maria Agnesi, Laura Bassi, Sophie Germain or Emilie du Chatelet. Blanca Catalán de Ocón, first Spanish female botanist with her name in the universal scientific nomenclature. Elena Maseras, first Spanish woman registered in university in 1872, and Dolores Aleu i Riera that was the first doctor in the country, followed by contemporary investigators as Margarita Salas, María de los Ángeles Alvariño, Jimena Fernández, Gertrudis de la Fuente, Carmina Virgili, Gabriela Morreale, Josefina Castellví, Emilia Currás, Dorotea Barnés or María Antonia Zorraquino, among others.

In the religious field, apart from Saint Teresa and her ecstasy, highlighted Eulalia of Mérida, first Spanish female martyr, pursued by Diocletian when she was only twelve years old; and Saint Elizabeth of Portugal, 'the rose of Coimbra'. Neither must we forget Francisca de Pedraza, first registered woman in history that won a gender violence trial, in XVII century.

The first important feminists in Spanish history were: María Rosa Gálvez, playwright from the early XVIII century that defended the matriarchal society and the feminine self-awareness, giving another turn of the screw to the premises of Poulin de la Barre; Josefa Amar y Borbón, that wrote in 1786 an advocacy about women's talent and capabilities, years before the statements of Condorcet, Seneca Falls, Olympe de Gouges, John Stuart Mill and Mary Wollstonecraft, among others; and Margarita Hickey, critical author of patronising marriages. The second Spanish feminist wave was led by Concepción Arenal, XIX century promoter of women's rights and education. Concepción Loring was the first woman to speak in Congress of Deputies, and Clara Campoamor was the promoter of women's suffrage (as well as Victoria Kent and Margarita Nelken, although both opposed the decision considering that feminine suffrage would be controlled by fathers and husbands) in 1931 (however, during Primo de Rivera's dictatorship women's suffrage had been already approved for local and regional elections, without a real effect because it wasn't applied). Just over five years later, Spain was the country with more women in politics, path cut short in Francoist period. It will not be until 1978 when Spanish Constitution recovers full women's rights, although this would still leave reactionary remains almost until XXI century.

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sábado, 10 de septiembre de 2016

Calaveras de melón // Melon skulls

Foto de niños celebrando Samhain en Siero (1917). Fuente: Xochipilli.

2.500 antes de que Estados Unidos popularizase Halloween, media Europa honraba a sus muertos a finales del mes de octubre. Los celtas celebraban su año nuevo al comenzar el otoño solar. La fiesta se llamaba Samhain y, en ella, se consideraba que la frontera entre nuestro mundo y el más allá se estrechaba. De tal manera, a los espíritus les era más sencillo entrar en esta dimensión. La celebración recordaba a los ancestros y ahuyentaba a los espíritus malignos, además de hacer balance de la cosecha estival. Para ello, se disfrazaban con tal de que los demonios no les reconocieran como humanos.

Esa fiesta fue cristianizada y transformada en el Día de todos los Santos, en recuerdo a los muertos. Sin embargo, parte de ese poso pagano se mantuvo en la cultura popular. En España, se dejaban alimentos en los caminos para alimentar a las ánimas de la Santa Compaña u otras manifestaciones fantasmales similares, se hacían banquetes junto a las tumbas de los antepasados (a los que se reservaba su plato); los niños tallaban melones, calabazas y nabos que se vaciaban y se iluminaban con velas para asustar a los espíritus, y se enfundaban collares de castañas para ahuyentar a estos espectros. El profesor gallego Rafael López Loureiro, en su libro 'Caliveras de melón', recuperó para el público y la antropología la historia de estas costumbres en distintos puntos de la península ibérica.

A esta costumbre se sumó el magosto (y sus variantes regionales), otro festejo precristiano puramente ibérico en que, en fechas similares, se celebraba la recogida de la castaña, que era uno de los principales ingredientes espesantes en la gastronomía popular (junto a la bellota) desde época prehistórica, antes de la importación de la patata y el maíz. También se celebraban en estas fechas fiestas por la recogida de productos como la almendra (los mazapanes, los huesos de santo o los panellets) o la uva, entre otros productos.


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Children celebrating Samhain in Siero (1917). Source: Xochipilli.


2.500 years before the USA popularised Halloween, half of Europe honoured the death by the end of October. The Celts celebrated their New Year's Eve in the beginning of the solar autumn. The celebration was called Samhain and, in it, they considered that the frontier between our world and the afterlife was narrowed. So, spirits were able to enter easily in this dimension. The celebration rememberd the ancestors and drove bad spirits away, besides taking stock of the summer harvest. To that end, they disguised themselves as long as demons couldn't identify them as humans.

That festivity was Christianized and turned into All Saint's Day, in remembrance of dead. Nevertheless, a part of this Pagan sediment kept up in the popular culture. In Spain, food were left on roads to feed the spirits of the Santa Compaña or another similar ghostly appearances, people made banquets near the tombs of their forebears (they had a reserved plate); children sculpted melons, pumpkins and turnips that were hollowed out and lighted with candles to frighten the spirits, and wore chestnut collars to shoo specters. The Galician teacher Rafael López Loureiro, in his book 'Caliveras de Melon' -Melon skulls, in Galician-, recovered for the public and anthropology the history of these traditions in different places of the Iberian Peninsula.

Another feast was added to this custom. It was the Magosto (and its regional versions), another totally Iberian pre Christian party that celebrated, in the same period, the chestnut harvest, that was one of the main thickening ingredients in popular gastronomy (together with acorn) since Prehistory, before the importation of the potato and corn. Similar parties were celebrated in the same period because of the harvest of almonds (marzipan, 'saint's bones' or 'panellets') or grapes, among others.

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miércoles, 31 de agosto de 2016

La leyenda de la Irlanda vasca // The legend of the Basque Ireland

Pido disculpas a los seguidores del blog por la larga ausencia pero he estado estudiando un máster que me ha impedido centrarme en otros asuntos. Como este año tengo que trabajar mi inglés, intentaré escribir artículos con frecuencia.


El ciclo artúrico británico asegura que Irlanda fue poblada por vascos. El clérigo galés Geoffrey de Monmouth asegura en su 'Historia de los reyes de Britania', crónica mítica de la evolución dinástica de estas tierras, que el rey britano Gurgüint Barbtruc encontró, apenas 278 años después del Diluvio Universal (es decir, 642 a.C.), en las islas Orcadas, una flota de treinta navíos dirigidos por el caudillo Partoloim o Irelamal. Se trataba de la comunidad de los Basclenses. Habían sido expulsados de Hispania y buscaban nuevo espacio donde habitar. Así que este monarca ordenó que se les dejase vivir en Hibernia, entonces una isla abandonada, según el relato. Según Julio César Santoyo, probablemente, se refería a navegantes vascos, cuyo líder habría dado nombre a la isla de Irlanda. Asimismo, el cronista Giraldus de Barri cita a los hibernios en su Topographia Hiberniae como gentes que utilizaban lanzas cortas y dos tipos de venablos, imitando el estilo de los vascos. Probablemente, la historia es una variación de la leyenda planteada en el ciclo literario irlandés Lebor Gabála Érenn que se refiere a Brigantia y al hijo de Ith, ya narrada en este blog.

En realidad, más allá de la mitología, mucho antes ya habían llegado ibéricos a las islas británicas. La cultura del vaso campaniforme (originaria de Portugal y la Baja Andalucía) se había asentado en el archipiélago a mediados del tercer milenio a.C., abriendo al mercado internacional las ricas minas de estaño de Cornualles y Devon.

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I apologise to the followers of this blog because of my considerable absence but I've been studying a MBA that has made me impossible to focus on other issues. Since this year I have to work a lot in my English, I'll try to write posts more frequently.


The Arthurian Cycle of the Matter of Britain affirms that Ireland was settled by Basque people. The Welsh clergyman Geoffrey of Monmouth claims in his 'Historia Regum Britanniae', a mythic chronicle of the dynastic evolution of these lands, that the Briton king Gurguit Barbtruc found, barely 278 after the Universal Flood (in other words, 642 b.C.), in the Orkney islands, a fleet of 30 ships lead ran by a chieftain named Partoloim (also named Irelamal). They were community of Basclenses. They had been thrown out from Hispania and were looking for a place to live. This monarch ordered to let the, live in Hibernia, then an abandoned island, according to the story. The English philology professor Julio César Santoyo argues that the text refers to Basque sailors, whose leader would have named the island of Ireland. The chronicler Gerald of Wales also mentioned the Hibernian in his Topographia Hiberniae as people who used short spears and two types of darts, imitating the Basque style. Probably, this tale is a variation of the legend mentioned in the Irish literary cycle Lebor Gabála Érenn with regard to Brigantia and the son of Ith, already narrated in this blog.

In fact, beyond the mythology, long before the Iberian people had already arrived to the British Islands. The Bell-Beaker culture (original from Portugal and Southern Andalusia) had settled in the archipelago in the middle of the third millenium b.C, opening the wealth Cornwall and Devon stain mines to the international market.

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