Retrato del Gran Duque de Alba. Tiziano. Palacio de Liria. Colección Ducado de Alba.
Esta es una de esas anécdotas que uno no sabe bien si forma parte de ese aparato de propaganda internacional que fue la Leyenda Negra española o el perfecto adjetivo para un espléndido militar que en su labor política no tenía cintura diplomática.
Hablo de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba. Grande de España, fue uno de los principales generales de Carlos I y Felipe II en el extranjero, siendo clave en conflictos con los turcos, los franceses y los príncipes alemanes protestantes. En la memoria internacional es conocido por su política represiva y sus victorias ante los rebeldes flamencos cuando fue gobernador. Hasta el punto de que actualmente, en esa zona del mundo no se asusta a los niños diciendo que viene el 'Coco', sino diciendo que viene el duque de Alba. No es el único personaje que visita a los niños de la zona. Concretamente, Papá Noel viene de Madrid en barco (¿?).
Principalmente, la labor del duque consistió en tratar de controlar mediante las armas el auténtico avispero político y religioso que era Flandes, epicentro de una guerra mundial en miniatura. Creó el 'Tribunal de Tumultos' (conocido en los Países Bajos como el 'Tribunal de la Sangre') que juzgó con máximo rigor a los responsables de los ataques iconoclastas calvinistas a monasterios e iglesias y el posterior conflicto civil en este ámbito. Subió los tributos a los flamencos para mantener a los Tercios allí destacados y reprimió con dureza la rebelión en la zona, donde la brutalidad del asedio de Haarlem por ambas partes fue el mejor ejemplo.
A pesar de las victorias militares, la situación social y política no mejoró. Felipe II decidió cambiar de estrategia, colocando en su lugar a Luis de Requesens, con un talante, inicialmente, más diplomático que a la postre tampoco funcionó.
@enriquevdiez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Portrait of the third Duke of Alba. Titian. Liria Palace. The Alba Collection.
The following is one of those anecdotes that could be either a part of the international campaign of propaganda that was the Spanish Black Legend, or the perfect descriptor for a magnificent soldier who -when it came to politics- just wasn't possessed of a deft diplomatic touch.
I'm talking about Fernando Álvarez of Toledo and Pimentel, the great Duke of Alba. Grandee of Spain, he was one of the most important generals of Charles I and Phillip II abroad. He was key in the Spanish successes against Turkish, French and protestant German princes. The international collective memory remembers him for the Flemish repression and his military victories against the rebels in the Netherlands when he was the Spanish governor. Belgian parents currently scare their kids telling them the Duke of Alba is coming, instead of the bogeyman. He isn't the only Spanish character who visits Dutch children. In their culture, Santa Claus goes there from Madrid by ship (¿?).
The Duke's task consisted in controlling by force the political and religious jam that Flandes was, epicenter of a miniature world war. He created the 'Tribunal de Tumultos' ('Council of Troubles', also known in the Netherlands as 'Blood Council') where he judged with extreme harshness the iconoclast Calvinistic attacks to churchs and monasteries, and the following civil conflicts in the area. He increased taxes to hold the Tercios there and put down the rebels. The best example of this repression was the brutality from both sides in the Haarlem's siege.
In spite of the military victories, the political and social situation didn't get better. Philip II decided to change his strategy there, replacing him by Luis de Requesens, a politician with a more diplomatic mood, initially, although he didn't get anything either.
@enriquevdiez
No hay comentarios:
Publicar un comentario