Me dijo una vez un almirante de la Armada que puede analizarse la historia de
España en función de la atención que le ha prestado al mar. Cuando le ha abierto los brazos ha obtenido riqueza. Cuando le ha dado la espalda, ha caído en desgracia.
El círculo de Gadir inauguró ese interés geoestratégico por el mar en la península. El control del
estrecho de Gibraltar abría la puerta al comercio de estaño entre las potencias mediterráneas,
Portugal, las
islas británicas y
Escandinavia. Esa pugna se ha repetido una y otra vez durante siglos:
la batalla del Salado entre
castellanos y
benimerines, la incursión islámica que acabó en la
batalla de Guadalete, el bloqueo de la ruta textil italo-holandesa o el conflicto por el
peñón subsisten de una forma u otra hoy día como asuntos de política exterior habitual.
Los
cartagineses arruinaron su posibilidad de vencer la
segunda guerra púnica al no mirar al mar. Poseían tres de los mejores puertos del Mediterráneo (
Mahón,
Cartagena y
Sagunto), la tradición naval de
griegos y
fenicios, y los recursos ibéricos para haber formado una flota formidable. Sin embargo, dejaron pasar la oportunidad apostando por un ataque terrestre que no podía prosperar sin suministros navales, lo que aprovecharon los
romanos. Sobre todo, después de hundir la flota púnica en la desembocadura del río
Ebro. Algo parecido le ocurrió a
Bizancio en la costa levantina. Su potente flota permitió mantener la provincia de
Spania, pero la crisis imperial abandonó a su suerte a los soldados al otro lado del mar. No fracasaron los
vándalos, que supieron utilizar los recursos ibéricos para dar el salto del estrecho, asentarse en el norte de África y consolidarse como reino.
El mar permitió subsistir al
reino de Granada y a repúblicas piratas como la de
Pechina, en
Almería, o la de las
islas Baleares. Todas cayeron ante la presión de la política interior. En el norte,
Diego Gelmírez puso la semilla para acabar con
las razias vikingas iniciando la
marina de Castilla en
Compostela y
los pescadores vascos trazaron larguísimas rutas pesqueras que podrían haberles llevado a
América en plena Edad Media.
El
reino de Aragón, con la flota catalana, se procuró su fortuna en el convulso Mediterráneo tardomedieval, conquistando
Sicilia,
Cerdeña y media
Italia. Y llevando a sus
almogávares a conquistar
Atenas y saquear
Constantinopla. Con el ejemplo valenciano, asumieron el complejo proteccionismo legal de los
consulados del mar. Esta estructura sería copiada por Castilla en época de los
Reyes Católicos, que crearían el
consulado de Burgos para potenciar su
mercado lanero en
Flandes. Lo harían después de disolver la
hermandad de las marismas, que tan buenos servicios dio en las guerras de los
Cien Años y de
las Dos Rosas. Las marinas de ambos reinos crearon la
Armada, que inició sus andanzas luchando en Sicilia para el
Gran Capitán y que fue una referencia hasta la
batalla de Trafalgar. Las victorias navales en las plazas norteafricanas y en
Lepanto redujeron la amenaza turca para todo el Mediterráneo, aunque no acabaron con los saqueos
berberiscos, que no cesaron hasta el siglo XIX.
La
monarquía hispánica de tintes ecuménicos comprendió, solo en parte, que su futuro estaba en el mar. Un siglo le costó a Castilla conquistar las
islas Canarias, punto clave en el
descubrimiento de América y en la
circunnavegación africana. Los reinos ibéricos pusieron toda su I+D medieval en modernizar su tecnología marítima, aportando el
galeón y la modernización de la carabela. Y apenas unas décadas después, los primeros modelos de
barco de vapor,
la brújula de declinación magnética y el primer cuerpo de
infantería de Marina, que cuatrocientos años después realizaría
el primer asalto anfibio de la historia. El logro supuso conquistar América y
Filipinas, descubrir
Oceanía, establecer en relaciones diplomáticas con
Japón,
China e
India;
circunnavegar el planeta, realizar el
tornaviaje entre Asia y América, y crear la primera ruta comercial mundial entre
Cádiz y
Manila. Convirtió el Atlántico y el Pacífico en autopistas humanas, facilitando la labor de la
flota de Indias, primer convoy naval de la historia e hito comercial apenas afectado por la piratería; realizando expediciones científicas de primer nivel mundial, como la de
Alejandro Malaspina o la de
Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, y creando el legado cultural mediterráneo más extenso del mundo (no es casualidad que el castellano sea el segundo idioma materno más hablado del planeta).
Pero
Felipe II no hizo caso a su padre
Carlos I en
trasladar la capital de su imperio a
Lisboa para engrandecerlo. Apostó por el proteccionismo en el mar, el
bullionismo en la economía y la guerra en tierra, creyendo asegurados los océanos, y eso supuso al país varias bancarrotas consecutivas, perder su supremacía militar
un siglo después y el tridente de Neptuno, otra centuria más tarde. Al igual que con los
Tercios, España se durmió en sus laureles y se quedó anticuada en el mar. Toda esa investigación tecnológica se esfumó en una sociedad sojuzgada por la nobleza, el ejército y la religión; inmersa en la borrachera de riquezas que llegaban del Nuevo Mundo. Holandeses e ingleses les ganaron la partida con sus fragatas y astilleros.
Francia, en la industria y el ejército. Y, a pesar de la modernización de la flota del
marqués de la Ensenada en el siglo XVIII, España se hundió como país al mismo tiempo que lo hacían los anticuados barcos destruidos en Trafalgar y aquellos que se pudrieron en los puertos durante la
guerra de independencia española por orden francesa.
No obstante, todavía sería el mar motivo de avance para el país. Casi motivó una
Commonwealth española, supuso la invención del
submarino y el
destructor, exportó el revolucionario
liberalismo gaditano a América y aceleró los
procesos independentistas de los virreinatos iberoamericanos, que no querían acatar el modelo de Gobierno
napoleónico. La
pérdida de Cuba y Filipinas tras una guerra fabricada por el colonialismo estadounidense provocó una crisis que derivó en
una edad de plata en la cultura y en el germen de
uno de los bancos más potentes del mundo. Hoy día, España se acerca al mar desde la posición comercial privilegiada de ser la puerta europea a Hispanoamérica, y poseer el tercer puerto seco más importante del mundo, una de las industrias de astilleros más avanzadas y la flota pesquera más potente de la
Unión Europea.
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An Armada's admiral once said to me that
Spanish history can be analysed depending on its attention of the naval issues. When the country has welcomed the seas it has gained wealth. When it has turned its back to the oceans, has fallen from grace.
The circle of Gadir started the peninsular geostrategic interest on sea. The control of the
strait of Gibraltar opened the tin trading between the Mediterranean powers,
Portugal,
British islands and
Scandinavia. This fight has repeated over and over again over the centuries: the
battle of El Salado between
Castilians and
Benimerines, the Islamic incursion which ended in the
battle of Guadalete, the blockade of the Italian-Dutch textile trade route or the conflict of the
Rock of Gibraltar survived until the present in one way or another as habitual matters of external policy.
Carthaginians ruined their chance to win the
Second Punic War because of don't bet on the sea. They had three of the best Mediterranean harbours (
Mahon,
Cartagena and
Sagunto), the
Phoenician and
Greek naval tradition, and the Iberian resources to make a terrific fleet. Nevertheless, they missed the opportunity to bet on a land attack that couldn't take hold without naval support, weakness that
Romans exploited. Most of all, after the sinking of the Punic fleet in the estuary of the
river Ebro.
Byzantines suffered something like this in the Iberian Eastern coast. Its powerful fleet allowed to maintain the province of
Spania, but the imperial crisis caused the neglect of the soldiers on the other side of the sea.
Vandals didn't failed because they knew howw to use the Iberian resources to move to the other side of the strait, establish in the North of Africa and strenghten as a kingdom.
The sea allowed to survive the
kingdom of Granada and the pirate republics of Pechina, in Almeria, and
Balearic islands. All of them fell down facing the continental pressure. In the North,
Diego Gelmírez planted the seeds to stop the
Viking raids creating the
Castilian fleet in
Compostela and the
Basque fishermen drew extremely long fishing routes that could had taken them to
America in the middle of the Middle Ages.
The
kingdom of Aragon, with the Catalonian fleet, obtained its fortune in the tumultous low medieval Mediterranean sea, conquering
Sicily,
Sardinia and a half of
Italy. And carrying its
almogavares to conquer
Athens and plunder
Constantinople. Aragon took the
Valencian example and assumed the complex legal protectionism of the
sea consulates. This structure would be copied by Castile in the period of the
Catholic Kings, that would create the consulate of Burgos to strengthen
wool market with the Netherlands. They would be able to do it after the dissolution of the
Marshland brotherhood, who had rendered so many good services in the
Hundred Years' War and the
War of the Roses. Those navys joined together and created the
Armada, that started its adventures fighting in Sicily under the command of
the Great Captain, and that was a reference until the
battle of Trafalgar. Naval victories in North African strongholds and in
Lepanto lessened the
Turkish menace but it didn't defeat the
Barbary raids, that didn't end until XIX century.
The ecumenical
Spanish monarchy understood, only partially, that its future was in the seas. Castille spent one century conquering the
Canary islands, a key place to
discover America and circumnavigate Africa. The Iberian kingdoms put all of their Medieval R&D to update its naval technology, contributing with the carabel modernisation and the discovery of the galleon. After several decades later, the first prototypes of the
steamboat, the
magnetic compass and the first
Marine Corp that, four hundred years later, would make the first
amphibious attack of history. The achievement caused the conquest of America and
Philippines, the discovery of
Oceania, the establishment of diplomatic relations with
Japan,
China and
India; the Magellan-Elcano
circumnavigation, the trip between
Asia and America, the first worldwide trading route between
Cadiz and
Manila. It transformed the Atlantic and Pacific in human highways, making easier the task of the
Spanish Treasure Fleet, first naval convoy and a trading milestone hardly affected by piracy; developing first level scientific expeditions as the
Alessandro Malaspina's trip and the Royal Philantropic Expedition of the Vaccine, and creating the greatest cultural Mediterranean legacy over the world (it's no coincidence that Castilian is the second largest mother tongue in the world).
But
Philip II ignored the warning of his father
Charles I about to
move the capital of his empire to
Lisbon to enlarge it. He bet on Protectionism at sea,
Bullionism in the economy, and the war over the land, believing that he had assured the oceans, and this supposed several bankruptcies, the lost of the
Spanish military supremacy a century later, and Neptune's trident another century after. As with the
Tercios, Spain rested on its laurels and became obsolete at sea. All of that technological research fade out in a society subjugated by nobility, army and religion; and was broke up in the river of wealth coming from the New World.
Netherlands and
England took advantage at sea with frigates and shipyards.
France, with the industry and the army. And, despite of the fleet upgrading made by the
marquis de La Ensenada in XVIII century, Spain sank at the same time of its old ships in the battle of Trafalgar and those ones which went bad in the harbours during the
Spanish Independence War by order of the French Army.
Nevertheless, the sea still would cause progress for the country. It almost motivated a
Spanish Commonwealth, supposed the invention of the
submarine and the
destroyer, exported to America the revolutionary
liberalism from Cadiz and accelerated
the independence movements of Spanish American viceroyalties, that didn't want to comply with the
Napoleonic model of government. The
loss of Cuba and Philippines after a war made by US colonialism caused a crisis which resulted in a
cultural silver age and the seed of
one of the most powerful worldwide banks. Spain currently takes interest in the seas from the privileged trading status of being the gateway between Europe and Latin America, to have the third most important worldwide dry port, one of the most advanced shipyards and the most powerful fishing fleet in the
European Union.
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